Su calificación podrá alcanzar 1’5 puntos. A título de orientación, se sugiere una extensión de unas 15 líneas.
En primer lugar debemos hacer una observación minuciosa del mapa.
a) Clasificación del mapa.
- Un título que alude al momento histórico representado en el mapa. Siempre nos aparece en el examen.
- El tipo de mapa: político, económico, social, bélico, demográfico, electoral…
- Circunstancias espacio-temporales: consiste en identificar el espacio en el que se han desarrollado los hechos históricos y delimitarlos cronológicamente.
b) Análisis del contenido del mapa:
Consiste en examinar los datos que contiene el mapa y hacer una breve descripción de los signos y símbolos que aparecen en la leyenda y que nos ayudan a interpretar y situar el momento histórico (batallas, avance de tropas, ciudades más importantes, fechas…etc.) Después, deben destacarse los hechos más importantes que refleja.
c) Comentario:
Consiste en describir los hechos históricos más significativos que expone el mapa, señalar qué causas los originaron y cuáles fueron sus consecuencias. En conclusión, debe elaborarse un tema con lo estudiado y relacionarlo con el mapa. Resulta muy importante no apartarse del tema indicado en el mapa.
Se puede realizar una valoración crítica acerca de la utilidad del mapa como fuente de información, teniendo en cuenta que la mayoría de los mapas son fuentes historiográficas (secundarias), aunque podemos encontrarnos algunos realizados en la época y por tanto, fuentes primarias.
Ejemplo de mapa comentado
Se trata de un mapa geopolítico que representa, sobre la Península Ibérica, el desarrollo de la Guerra de Independencia entre 1808 y 1814, al finalizar el reinado de Carlos IV. Por tanto se trata de una fuente historiográfica o secundaria
La última fase de la guerra (1812-14) viene marcada por el desarrollo de la campaña rusa. Ésta cambiaría la situación en España, de donde Napoleón retira casi la mitad de sus efectivos. Wellington, al frente de las tropas angloespañolas, aprovechando esta circunstancia, avanza desde la frontera portuguesa, consiguiendo las importantes victorias de Los Arapiles (1812), Vitoria y San Marcial (1813), en el Norte peninsular, expulsando a los franceses más allá de los Pirineos. El Tratado de Valençay pondría fin a la guerra.
En cuanto a las consecuencias de la Guerra, conviene destacar las pérdidas humanas, económicas y el robo y destrucción de buena parte del patrimonio histórico-artístico.
Desde el punto de vista político, supuso el inicio de la crisis del Antiguo Régimen. Aunque a la vuelta de Fernando VII se restauró el absolutismo, este sistema ya estaba en declive. También puso fin al imperio español, al alentar la emancipación de las colonias americanas y, finalmente, el paso de España a potencia de segundo orden en el ámbito internacional.
Ejemplo de mapa comentado
Mapa Guerra de Independencia
Se trata de un mapa geopolítico que representa, sobre la Península Ibérica, el desarrollo de la Guerra de Independencia entre 1808 y 1814, al finalizar el reinado de Carlos IV. Por tanto se trata de una fuente historiográfica o secundaria
El origen de la guerra se encuentra en los pactos entre Francia y Godoy, y más en concreto, el Tratado de Fontainebleau (1807), por el que España permitiría la entrada de tropas francesas camino de Portugal, tradicional aliado de los ingleses. Iniciada la ocupación, supuestamente pacífica, del ejército francés, el descontento general con el monarca, Carlos IV, y su ministro Godoy, llevan al Motín de Aranjuez, alentado por la camarilla del príncipe Fernando, en quien abdicaría su padre. En este clima convulso se produjeron las abdicaciones de Bayona cuando los monarcas españoles, llamados a esa ciudad francesa por Napoleón, le ceden la corona y éste abdica en su hermano José I. La insurrección popular del 2 de mayo dio origen a la guerra.
Aparecen reflejados mediante flechas los movimientos de las tropas francesas en dirección hacia Portugal, Madrid y desde aquí hacia Andalucía y Cataluña. Asimismo aparecen los contraataques de las tropas anglo-españolas, las respectivas victorias de cada bando y las ciudades sitiadas. Especial importancia tuvieron los sitios de Zaragoza y Gerona que, en los primeros meses de la guerra, sirvieron para alentar a los insurrectos de todo el país y permitieron al general Castaños preparar la Batalla de Bailén, en la que las tropas napoleónicas fueron derrotadas y obligaron al José I (rey designado por su hermano Napoleón tras las abdicaciones de Bayona) a huir a Vitoria. Destacan en el mapa las victorias francesas de Somosierra (1808) y Ocaña (1809) cuando llegó el emperador en persona al mando de su Grande Armèe y controló casi todo el país con la excepción de Cádiz. Aquí se reunieron las Cortes e iniciaron una auténtica revolución liberal. El desgaste continuo de la guerrilla impiden a Napoleón someter efectivamente el territorio y acabar la guerra. Para sorpresa de Napoleón, la que creía fácil ocupación se convirtió en una larga guerra ante la resistencia popular española, que se negó a aceptar el cambio dinástico y el dominio francés.
La táctica de guerrilla se explica por el desmoronamiento y dispersión del ejército español ante la superioridad francesa. La guerrilla estaba formada por partidas de composición muy heterogéneas: soldados aislados de sus unidades, campesinos conocedores del terreno, incluso bandoleros. Su ventaja procedía del conocimiento del terreno, la movilidad y el apoyo de la población. La fuerte represión francesa contribuyó a aumentar el odio contra el francés.La última fase de la guerra (1812-14) viene marcada por el desarrollo de la campaña rusa. Ésta cambiaría la situación en España, de donde Napoleón retira casi la mitad de sus efectivos. Wellington, al frente de las tropas angloespañolas, aprovechando esta circunstancia, avanza desde la frontera portuguesa, consiguiendo las importantes victorias de Los Arapiles (1812), Vitoria y San Marcial (1813), en el Norte peninsular, expulsando a los franceses más allá de los Pirineos. El Tratado de Valençay pondría fin a la guerra.
En cuanto a las consecuencias de la Guerra, conviene destacar las pérdidas humanas, económicas y el robo y destrucción de buena parte del patrimonio histórico-artístico.
Desde el punto de vista político, supuso el inicio de la crisis del Antiguo Régimen. Aunque a la vuelta de Fernando VII se restauró el absolutismo, este sistema ya estaba en declive. También puso fin al imperio español, al alentar la emancipación de las colonias americanas y, finalmente, el paso de España a potencia de segundo orden en el ámbito internacional.

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